El dibujo como memoria
Cómo puede una simple línea contar una historia o representar una identidad? ¿Cómo los trazos del lápiz contra el papel ayudan a resistir frente al olvido? Estas fueron algunas de las preguntas que guiaron el conversatorio “De ‘dibujos’ y ‘monigotes’ a las realidades de los cuerpos y la vida”, en el cual participaron Nani Mosquera, Claudia Stern, Andrea Cagua y Juan Alberto Conde durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá, FILBo 2025.
A lo largo del diálogo, cada invitado aportó desde su experiencia y enfoque creativo algo a los interrogantes planteados. Nani Mosquera celebró los 30 años de Magola, un personaje que ha crecido junto a su autora y que aborda temas como el cuerpo, el envejecimiento, la vida cotidiana con autonomía y humor. “No es una musa, es la protagonista de su propia historia”, afirmó Mosquera.
Por su parte, Claudia Stern destacó la evolución gráfica de Condorito y resaltó cómo este personaje ha sabido adaptarse a distintas épocas al hablar sobre temas como la guerra o las crisis geopolíticas.
En cuanto a Andrea Cagua, ella compartió su experiencia en la investigación de memoria y narrativa gráfica, subrayando el potencial pedagógico del cómic en procesos de lectura crítica, reparación y construcción social.
Los invitados dejaron una reflexión a los asistentes: dibujar es mucho más que ilustrar. Es una forma de existencia, una manera de fijar en el papel aquello que las palabras a veces no logran capturar. En un mundo atravesado por la tecnología, recuperar el valor de la línea hecha a mano es también un acto político y emocional.